“La posibilidad de elegir el sexo de los animales e incluso de los seres humanos está ahora un paso más cerca desde que los científicos han conseguido separar los espermatozoides portadores de cromosomas X de los que tienen Y; las implicaciones de esta investigación podrían ser colosales”, señalaba la revista Newsweek.
La publicación estadounidense se refiere a un estudio de investigadores de la Universidad de Hiroshima en Japón, publicado en agosto de 2019 en la revista científica PLOS Biology, y que posibilitará una forma más sencilla de elegir el sexo de la descendencia separando los espermatozoides con los cromosomas sexuales X e Y.
Los seres humanos y la mayoría de los otros mamíferos tiene dos cromosomas sexuales, el X y el Y, explican desde el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) estadounidense.
Las hembras tienen dos cromosomas X en sus células somáticas, mientras que los machos tienen un X y un Y, apunta el NHGRI .
“Todos los óvulos, sin embargo, contienen solo un cromosoma X, mientras que los espermatozoides pueden contener un cromosoma X o uno Y. Esta disposición significa que es el macho el que determina el sexo de la descendencia cuando se produce la fertilización”, de acuerdo a esta misma fuente.
Si usted es XX, es una mujer. Si usted es XY, es un hombre. En el caso de otros mamíferos, a menudo es similar, aunque pueden tener nombres diferentes para estos cromosomas, puntualiza el NHGRI.
En general, los espermatozoides portadores de un cromosoma X o Y, están nadando en el semen en números iguales, lo que explica que la población humana esté compuesta por un número aproximadamente igual de hombres y mujeres.
Como los espermatozoides portadores de X e Y comparten las mismas proteínas no hay marcadores conocidos que diferencien unos de otros. Durante años los científicos han intentado hallar, sin éxito, una manera de dividir estas células reproductivas en diferentes especies, lo cual ayudaría a seleccionar el sexo de los animales de granja y en teoría también a los humanos, añade Newsweek.
Ahora, los investigadores de Hiroshima afirman haber encontrado un tratamiento químico simple y reversible que permite segregar los espermatozoides que contienen X de los espermatozoides que contienen Y, basado en la actividad diferencial de genes de los dos cromosomas sexuales.
El equipo de investigadores, liderado por el profesor Masayuki Shimada, utilizó su técnica junto con la fertilización ‘in vitro’ para crear conjuntos de embriones de ratones compuestos en su mayor parte de roedores de un sexo, femenino o masculino, y es probable que esta misma técnica también sea ampliamente aplicable a otros mamíferos, según sus autores.
"Hay otros métodos que se pueden usar para separar los espermatozoides X e Y, pero son engorrosos, caros y corren el riesgo de dañar el ADN del esperma", según indica el equipo de investigadores japoneses.
El procedimiento desarrollado por estos científicos tiene el potencial de simplificar en gran medida la selección de sexo para la fertilización in vitro - técnica donde el esperma y el óvulo se unen en un plato de laboratorio-; o la inseminación artificial -los espermatozoides se implantan en el tracto reproductivo femenino-.
Ambas técnicas son ampliamente utilizadas en la cría de animales para granjas agrícolas, así como en la reproducción asistida de humanos.